A diferencia de parecer un simple cambio de forma del típico microUSB del que disponen la mayoría de terminales Android, se trata de un conector diferente. Podrían haberlo llamado USB 4.0, pero solo se diferencia del USB 3.0 en la forma, adaptada a las necesidades de tamaño, y alguna pequeña mejora más así que decidieron bautizarlo como USB 3.1 tipo C.
El USB-C ofrece varias ventajas con respecto a su hermano mayor el microUSB. Vamos a analizar unas cuantas:
La primera ventaja y novedad de este tipo de USB es que es posible conectarlo al terminal por el lado que sea, no tiene posición, por lo que es totalmente reversible y cómodo a la hora de evitar daños al conector del terminal o al propio cable por intentar forzar su conexión, ya que lo conectemos como lo conectemos lo estaremos haciendo correctamente.
Otra ventaja es que los cables de Tipo C pueden emitir diferentes señales: datos, vídeos, música, o corriente de carga. Corriente que aumenta su intensidad considerablemente (hasta 100W) para ser capaz de cargar los dispositivos más rápidamente, o varios dispositivos al mismo tiempo sin perder velocidad. Además es capaz de soportar hasta 20 V, contra los 5 V de cualquier otro USB, pudiendo cargar prácticamente cualquier portátil del mercado actual sin necesidad de su cargador específico.
En cuanto a su velocidad de transferencia también mejora y alcanza los 10 Gbps, siendo el USB más rápido de la historia y doblando la velocidad del USB 3.0.
Pero no todo son maravillas y también podemos encontrar inconvenientes. Quizás el más considerable es que hoy en día cuesta encontrar cargadores específicos y cables USB-C en el mercado, y los que hay todavía tienen un elevado precio. Al mismo tiempo los que podemos encontrar baratos made in china pueden dañar nuestro dispositivo por sobrecalentamiento, así que debemos andarnos con ojo.
Visto lo visto todo apunta a que el USB-C se irá implantando poco a poco y acabará formando parte de nuestras vidas sustituyendo al microUSB, o al menos es lo que parece. De hecho cada vez encontramos más smartphones en el mercado que ya cuentan con el USB-C como conector principal, y algunas marcas empiezan a implantarlo en sus portátiles, sobretodo los convertibles, como conector adicional, así que yo me iría acostumbrando.
